Queremos daros a conocer Rubiales, un pequeño pueblo de la Sierra y comarca de Albarracín donde podeis disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad por los cuatro costados. Donde el cielo limpio nos deja redescubrir que aún existen las estrellas. Mostraremos una mirada al pasado, al presente y al futuro.

Juegos populares

En construcción. Perdón por las molestias

El cinto

Podían jugar todos los chicos que se encontraban en el momento. Uno prestaba la correa (cinturón o cinto) y se jugaba normalmente en los arrabales, donde habían corrales, paredes, buenos lugares para esconder el cinto. Comienza cuando uno de todos escondía el cinto en solitario y el resto no podían verlo, todos debían permanecer en el lugar que se hab´´ia señalado

El que lo había escondido era el que avisaba cuando se podía buscar, de modo que todos corrían a buscarlo. El que lo encontraba, empezaba a pegar al resto, que debía correr hacia el punto de salida.

El que encontraba el cinto era el que lo escondía a continuación. Mientras todo el grupo buscaba, el que lo había escondido daba pistas, indicando la señal "caliente o frío" claro que estas indicaciones había que entenderlas en muchas ocasiones al contrario, porque se trataba de despistar.

La estornija

Se jugaba con dos grupos de jugadores, entre cuatro o seis por cada equipo. Se utilizaban dos palos, uno de medio metro y otro de un metro.

Lanzaban el palo una vez cada jugador, siempre con un orden. Se hacía una raya en el suelo y a una distancia de veinte pasos con el palo largo se golpeaba el corto, lanzándolo lo más lejos posible. El que lo recogía debía lanzarlo, desde donde había caido a la raya.  Si conseguía tocar la raya había cambio de equipo.

Otra forma de conseguirlo era si el que recogía el palo, lo hacía en el aire con delantal u otro ropaje

El calinche

Suele ser un juego de adultos, ya que se jugaba con dinero. los chicos imitando a los adultos, a veces también solían hacerlo con céntimos, de lo contrario jugaban con las "cartetas" son cartones dobles. Se hacía un círculo en el suelo, y en el centro se colocaba un cartucho de caza vacío o similar, encima se colocaba las monedas o cartetas,  una de cada jugador. A distancia del círculo se trazaba una raya desde donde se lanzaba una plancheta de goma circular (éstas se hacían del calzado roto) para derrumbar el cartucho.

Todas las monedas o cartones que salían del círculo, las cobraba el que las tiraba, volviendo de nuevo a colocar las que quedaban dentro. Esta operación la repetía mientras quedaran monedas o cartones.

Acabadas todas, volvía a colocar cada participante una moneda en el centro.

(continuará)

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